miércoles, 10 de septiembre de 2008

Un día histórico para la ciencia


El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) ha logrado hoy poner en marcha el gran acelerador de partículas tras más de 20 años de investigaciones y 4.000 millones de euros de inversión.

En la superficie, inmensos campos de girasoles y un bosque que comienza a teñirse de ocre. A cien metros de profundidad, el mayor acelerador de partículas jamás construido, que hoy funcionó por primera vez con éxito.

El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) logró hoy poner en marcha el gran colisionador de partículas (LHC en sus siglas en inglés) tras más de 20 años de investigaciones, 4.000 millones de euros de inversión, y más de un lustro de construcción.

Un haz con mil millones de protones recorrió un túnel de 27 kilómetros de largo en la dirección de las agujas del reloj y posteriormente lo hizo en sentido contrario.

Nanosegundos, dos mil toneladas, seiscientos millones de choques por segundo, energías jamás reproducidas en la Tierra, 10.000 científicos de 80 países, son algunas de las inmensas y de las minúsculas cifras con las que los más de trescientos periodistas que siguieron el acontecimiento tuvieron que lidiar, entender y, luego, transmitir.

Los comunicadores estuvieron en el Globe, un cilíndrico centro de prensa donde dos pantallas gigantes mostraban el Centro de Control del LHC, lugar en que un informal Lyn Evans, el director del proyecto, con camisa de manga corta y zapatillas deportivas blancas, iba explicando lo que estaba ocurriendo.

En el Globe también había decenas de los miles de científicos que trabajan en el CERN, y que intentaban explicar a sus compatriotas y en su propia lengua el complejo significado de lo que estaba ocurriendo. En otra sala, otros 500 científicos se reunieron para compartir el éxito del experimento.