jueves, 20 de agosto de 2009

Descubren gusanos que lanzan 'bombas luminosas'

Un grupo de investigadores ha descubierto unas nuevas especies de gusanos en aguas marinas profundas, los cuales lanzan diminutas estructuras como globos que resplandecen con un verde brillante en cuanto se separan del cuerpo y que pueden servir como protección.

Los científicos consideran que estas "bombas" luminosas probablemente sirvan para distraer a los depredadores mientras los gusanos escapan, como hacen los calamares con su tinta, aunque deben hacerse nuevos estudios para entender totalmente este fenómeno.

El descubrimiento ha sido publicado por la revista Science en su último número, por Karen Osborn y el resto de su equipo del Scripps Institution of Oceanography de San Diego (EEUU).

Este tipo de lombrices, apodadas "bombarderos verdes", fueron descubiertas en aguas marinas profundas, gracias a un sumergible dirigido por control remoto, frente a la costa Filipinas y la costa oeste de Estados Unidos y México.


En total, se descubrieron siete especies nuevas (cuatro que viven en los fondos marinos y tres a menor profundidad) de las que cinco tienen la capacidad de liberar esas "bombas inusuales".

Los gusanos, de tipo "Phylum annelida", miden entre 18 y 93 milímetros y fueron descubiertos a una profundidad marina de entre 1.800 y 3.700 metros.

El profesor Greg Rouse, uno de los autores del estudio, dijo que las "bombas" son esferas llenas de un fluido que, cuando son expulsadas por el animal, producen un estallido luminoso y brillan de manera intensa durante algunos segundos antes de apagarse lentamente.

El brillo y funcionamiento de estas "bombas" no ha podido ser observado en el hábitat natural de los gusanos, debido a las luces del sumergible, por lo que se ha estudiado en barcos después de haber sido capturados.

La siete especies ahora descubiertas son, en su mayor parte, transparentes, a excepción del intestino, y todas ellas excelentes nadadoras, que usan para desplazarse abanicos de largas cerdas que forman remos de nado.

A la primera especie de las siete descubiertas, los investigadores la han bautizado como "Swima bombiviridis" en referencia a su capacidad natatoria y de lanzar "bombas" verdes.

Rouse indicó que los "bombarderos verdes" son fascinantes desde un punto de vista evolutivo, pues si se comparan con otras especies similares "parece que las bombas fueron anteriormente agallas que evolucionaron a lo largo del tiempo".

"Los parientes de estas especies ahora descubiertas tienen agallas que parecen estar exactamente en los mismos lugares que las bombas", agregó.

Osborn, por su parte, explicó que uno de los aspectos clave del nuevo descubrimiento es que estas nuevas formas de gusanos no son raras, pero que las ocasiones de poder verlos, capturarlos y estudiarlos han sido, hasta ahora, muy escasas debido a su hábitat.

Los autores del artículo indican que su descubrimiento es "un importante recordatorio de lo poco que se sabe actualmente sobre las profundidades del océano".


Visita al lugar del crimen 73 años después

La Guardia Civil fotografía cuatro cráneos con impactos de bala hallados en una fosa en León.- Las víctimas agonizaron hasta la mañana siguiente.

Agentes de la Guardia Civil han visitado hoyel lugar de un crimen cometido 73 años antes. En Quintana de Rueda (León) el equipo de arqueólogos y forenses de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica les ha mostradolas pruebas inequívocas de cuatro asesinatos. "Hemos encontrado los cráneos agujereados por impactos de bala y las balas. Seguramente, en el laboratorio, los expertos detecten también alguna fractura en los huesos producto de los golpes. Es lo habitual en estos casos", explicó Santiago Macías, vicepresidente de la asociación.

Los agentes fotografiaron los esqueletos que yacían al aire y los proyectiles con los que les habían matado. Todo está ahora en manos del juzgado de León, que deberá decidir si asume la investigación de este caso que le remitió el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, o si se lo devuelve.

Tres de las víctimas eran solteros. Sólo Pulpino González, hijo de Gumersindo, ha seguido los trabajos de exhumación con la inquietud del que busca algo que es suyo. "Lo mataron a los 34 años. Yo tenía entonces cinco, una hermana de siete y otra de tres. Pasaba siempre por esta carretera, sabiendo que estaba aquí, pero hasta que la asociación me ha ayudado no lo he podido sacar. Al principio nadie quería contarme nada, por miedo, pero al final un hombre me contó que su padre había oído los tiros y que cuando fue al sitio al día siguiente algunos aún seguían vivos. No sé si sería mi padre. No pudieron hacer ya nada por salvarles y les enterraron los propios vecinos".

Gumersindo era zapatero. Las otras tres víctimas, que murieron sin hijos, eran gente de campo afiliada a sindicatos agrarios. "Creemos que fueron a por mi padre porque le denunció un vecino con el que se había enfrentado por el regadío", cuenta Pulpino, de 77 años. Está un poco decepcionado porque entre los objetos personales hallados en la fosa -un par de gemelos, un peine, un mechero...- no estaba el reloj de su padre. "Después he sabido que además de matarlos, les quitaban todo lo que tenían de valor. Me han contado un caso de un falangista que apareció en el pueblo con una chaqueta muy elegante que tenía una de sus víctimas".

El equipo de expertos que ha trabajado en esta exhumación, encabezado por René Pacheco (arqueólogo) y Derek Congram, un antropólogo forense que ha venido desde Canadá a ayudar a exhumar fosas de la Guerra Civil, está recogiendo ahora los restos para llevarlos al laboratorio. Pulpino ya tiene planes para su padre si le confirman que uno de los esqueletos hallados en esta fosa es él. "Lo enterraré en un nicho, con el resto de la familia, y le haremos un funeral".