Científicos hallan 40 nuevas especies en el interior de un volcán.
En un remoto paraje en la selva tropical de Papúa Nueva Guinea se halla el cráter del volcán Bosavi, poblado por insólitas criaturas, entre las que se encuentran ratas gigantes, ranas con colmillos, peces aulladores y canguros que viven en los árboles. El descubrimiento de este ecosistema único lo ha logrado un equipo de investigadores de la BBC mientras trabajaba en la grabación de un documental sobre este volcán extinto de la isla oceánica.
Tras el difícil descenso al interior del cráter, los miembros de la expedición comenzaron a explorar esta jungla virgen, en la que hallaron más de 40 nuevas especies. Este recóndito habitat ha evolucionado de forma aislada desde la última erupción del Bosavi, hace 200.000 años. En sólo cinco semanas de trabajo, los biólogos del equipo encontraron 16 nuevas especies de rana, al menos tres nuevos peces, un murciélago y una de las ratas de mayor tamaño que se conocen.
Los descubrimientos demuestran la riqueza de los bosques tropicales y desde la expedición británica esperan que contribuya a atraer la atención para la preservación de estos ecosistemas. Según afirman, la tasa de destrucción en los bosques de Papúa Nueva Guinea es del 3,5 % al año.
"Ha sido asombroso estar allí y es claramente un momento para señalar con el dedo y decir estos hábitats merecen la pena salvarse", afirma el doctor George McGavin, líder de un equipo que incluía científicos de la Universidad de Oxford, el Zoo de Londres y del Museo Smithsoniano de Historia Natural.
En el cráter, que tiene un diámetro de tres kilómetros de ancho y uno de profundidad, pudieron observar espectaculares aves del paraíso y repararon en que, ante la ausencia de felinos y monos, los principales depredadores son grandes lagartos.
El equipo también halló un tipo de canguro, bautizado como Cuscus de seda, que ha evolucionado para vivir en los árboles. Esta especie no mostró ningún miedo al contacto con los humanos, llegando a subirse al hombro de uno de los cámaras. Las especies inéditas descubiertas incluyen un Gecko con capacidad de camuflarse, una rana con colmillos y un pez, al que se ha llamado Henamo gruñidor, por el sonido que produce.
Un roedor impresionante.
Entre las especies más llamativas que encontraron está una rata gigante que tampoco mostró ningún temor a los humanos. Este roedor mide unos 82 centímetros y pesa 1,5 kilos, lo que significa que es uno de los mayores ejemplares que se conoce. La criatura aún no ha sido formalmente descrita. "Es una de las ratas más grandes del mundo. Es una rata verdadera, de las que te encuentras en las alcantarillas de la ciudad", afirma Kristofer Helgen, experto en mamíferos del Museo Smithsoniano de Historia Nacional que acompañó a la expedición.
Descubierta a más de 1000 metros de altitud, en un primer momento la rata, bautizada como rata lanuda de Bosavi, fue grabada por una cámara de infrarrojos. La expedición pudo después obtener imágenes del animal olisqueando el suelo del bosque. Impresionados por su tamaño, los rastreadores pudieron más tarde capturar un ejemplar. " Yo tenía un gato que era del mismo tamaño", afirma Gordon Buchanan, uno de los cámaras del equipo. Tiene una espesa capa de pelo que le ayuda a sobrevivir en condicione s de humedad.