jueves, 12 de agosto de 2010

De verdad existen las ranas peludas?

Seguramente todo el muMiguel Artimendo ha escuchado la expresión "cuando las ranas críen pelo" para indicar jocosamente que una cosa no va a ocurrir jamás. Pues bien, la expresión no es del todo cierta, ya que en realidad si existe una "rana peluda".

Fijaos en la foto. Nuestro amigo es un ejemplar macho de una especie de rana que habita en África oriental al que se conoce popularmente como rana peluda (Trichobatrachus robustus). Y como se puede apreciar en la imagen, cuenta con "pelos" que adornan sus costados y patas traseras. ¿Entonces es cierto que las ranas han criado pelo?.


Ciertamente no. Los pelos son una característica específica de los mamíferos, y las ranas como todo el mundo sabe son anfibios. En realidad, esos flecos que cuelgan de nuestra rana son pedazos muy finos de piel, que exhiben sólo los machos y únicamente durante la temporada de apareamientos.

Los científicos no están muy seguros de su utilidad, pero especulan que podría ayudar a que la rana aumentase el ritmo de extracción de oxígeno a través de su piel. Por si no lo recordáis, los anfibios respiran oxígeno no sólo a través de sus pulmones (que en realidad emplean más bien como flotadores) sino especialmente a través de los vasos sanguíneos de la piel.

De este modo, al aumentar estos pelos la superficie total de piel de nuestro Trichobatrachus robustus, el caudal de oxígeno debería también aumentar. Algo importante para los machos, que necesitan todo el oxígeno que puedan conseguir una vez que logran emparejarse y comienza el cuidado de los huevos.

Pero aquí no acaban la rarezas atribuídas a esta especie de rana africana. ¿Qué pensaríais si os dijese que además de pelo, esta rana tiene "garras" cuando las necesita?

Pues así es. Tal y como haría el famoso integrante de la Patrulla X, Lobezno, nuestro batracio amigo es capaz de perforar su piel con las puntas de los huesos de sus ancas (que tienen forma de garfios) y transformar así sus pies en "garras", que agita con violencia para arañar a aquellos que le incomode.

Este sorprendente comportamiento se ha descubierto hace apenas dos años, y en realidad no es exclusivo de nuestro protagonista ya que afecta hasta a once especies distintas de ranas habitantes del África central.

Así que ya sabes, cuando alguien te diga algo así como: "me lo creeré cuando las ranas críen pelo", podrás contestarle como se merece recomendándole la lectura de este artículo.