Estos demostraron que hay personas que tienen en la sangre restos de dicho ácido, a pesar de que llevaban mucho tiempo sin tomar la famosa pastilla. Además, comprobaron que los vegetarianos tenían niveles más altos.
En un principio relacionaron directamente los datos con la dieta, y creyeron que podía deberse a algún componente de alguna planta y vegetal. Para comprobarlo, le dieron ácido benzoico a varios voluntarios, y también descubrieron restos de ácido acetilsalicílico, por lo que se descartaba que fuera producido por las plantas. Así, los miembros de la investigación aseguran que los resultados obtenidos les hacen pensar que lo genera el propio cuerpo humano.
Creemos que el Ácido Acetilsalicílico funciona como una especie de central biofarmacéutica, con un rol defensivo como en los animales y las plantas", asegura la doctora Baxter, en declaraciones a la revista de la 'American Chemical Society' recogidas por otr/press.
Además, afirmó que "si nos lo proponemos podemos convertirnos en un organismo biorregulador", que podamos controlar las personas según nuestras necesidades.
La aspirina es usada frecuentemente como antiinflamatorio, analgésico para el alivio del dolor leve y moderado, antipirético para reducir la fiebre y antiagregante plaquetario indicado para personas con alto riesgo de coagulación sanguínea. En el futuro quizá sea posible controlar por uno mismo la dosis necesaria para solucionar problemas de salud.
viernes, 16 de enero de 2009
Los humanos generan 'Aspirina'
En el Titanic se salvaron los maleducados
Ser educado en una situación desesperada es lo correcto pero puede no ser lo mejor para uno mismo.
Los pasajeros estadounidenses del Titanic pudieron abandonar el navío que se hundía a tiempo porque empujaron cuando iban a por los salvadidas mientras que los británicos hicieron cola pacientemente.
Es la sorprendente conclusión que ha encontrado David Savage, un investigador de la Universidad de Tecnología de Queensland, quien ha estudiado cómo reacciona la gente en situaciones extremas de vida o muerte.
Savage examinó si la mentalidad de la gente que se enfrenta con una probable muerte revierte hacia un estado de "supervivencia del más listo".
"Aparentemente, en el Titanic se cumplió la norma social de que 'las mujeres y los niños, primero', ya que proporcionalmente se salvaron más mujeres que hombres y casi todos los niños sobrevivieron", explica Savage.
En el caso del hundimiento del Titanic, el estudio de Savage afirma que la cercanía a los salvavidas alteró especialmente el comportamiento de los pasajeros estadounidenses, quienes no respetaron la cola que los británicos estaban haciendo para acceder a los salvavidas.
El estudio también concluye que la situación de los pasajeros de primera clase les facilitó ser conscientes antes del peligro inminente por lo que se incrementaron sus posibilidades de sobrevivir.