Campeón del mundo de pesca submarina, el vasco Joseba Kerejeta se ha convertido en un pescador de aventuras por el mundo.
Si Julio Verne volviera a la vida, podría escribir la secuela de 20.000 leguas de viaje submarino inspirándose en Joseba Kerejeta. Sin necesidad de utilizar el submarino Nautilus, este vizcaíno de 40 años se ha sumergido a pelo en los mares y océanos de medio mundo. Hace unos años sobrevivió al ataque de un tiburón en Eritrea, se salvó de un huracán que destrozó su balsa en mitad del océano, ha buceado en las cercanías de un volcán submarino una semana antes de que entrara en erupción, ha caminado por la selva colombiana en medio de tiroteos y ha recorrido en bicicleta la distancia que separa Alaska de México. Kerejeta es una especie de híbrido entre Indiana Jones y Phileas Fogg que este año, el pasado mes de octubre, se plantó por primera vez en un campeonato del mundo de pesca submarina. Y lo ganó.
Con este historial, hablar de sus éxitos meramente deportivos es como quedarse en la superficie. Joseba se calza sus aletas, coge su traje de neopreno y su arpón de propulsión por gomas y se sumerge en la aventura cada vez que va a pescar. "He hecho muchos amigos pescando por todo el mundo. Lo que más valoro es el contacto humano, las grandes amistades que he hecho. Después de viajar tanto te das cuenta de que todo el planeta es como tu casa. Generas una gran hermandad. El deporte es lo que más habría que promocionar en el mundo porque no entiende de políticas ni de religiones", declara el vizcaíno, con una voz alegre y llena de intensidad.
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