jueves, 25 de junio de 2009

La música empezó hace 35.000 años


Encuentran cuatro flautas del paleolítico en el yacimiento alemán de Hohle Fels


El asombro de los neandertales que vivieron tras el desembarco de los humanos modernos en Europa debió ser descomunal. La nueva especie, que llegó hace 40.000 años cuando los neanderthalensis llevaban ya más de 100.000 en el continente, producía fenómenos asombrosos. Llenaban de animales las paredes de sus cuevas, creaban figuras a su imagen y producían inquietantes melodías acercándose palitroques a los labios. Un tremendo despliegue de energía e ingenio aparentemente superfluo en un tiempo poco propicio para la ociosidad.

Un nuevo vestigio de aquella época de efervescencia cultural en Europa, que hoy se publica en Nature, se encontró en 2008 en el yacimiento alemán de Hohle Fels, a 20 kilómetros de Ulm. Allí, se desenterró una flauta (escucha su sonido) casi completa hecha de hueso y los fragmentos dispersos de tres flautas de marfil. Con más de 35.000 años de edad, se trata de la evidencia de actividad musical más antigua que se conoce. Las cuevas de esta zona, donde se han hallado los únicos instrumentos musicales de más de 30.000 años de antigüedad de todo el mundo, puede considerarse la cuna de la música.

21.8 centímetros

La pieza de hueso, la más destacada, está tallada sobre el radio de un buitre leonado. Con una envergadura de entre 230 y 265 centímetros, este animal era perfecto para elaborar flautas como la del yacimiento alemán. Sus radios, de unos 34 centímetros de longitud, ofrecían espacio suficiente para tallar una flauta de gran tamaño (la parte que se conserva de la de Hohle Fels mide 21.8 cm).

Los autores del estudio, investigadores de la Universidad de Tubinga, tratarán ahora de reconstruir el sonido de la flauta y deducir cómo se tocaba. Para hacerlo han utilizado como referencia una flauta encontrada en la cueva de Geissenklösterle, cercana a Hohle Fels. Hecha con el radio de un cisne, se puede hacer sonar soplando de forma oblicua por uno de sus extremos para obtener cuatro notas básicas. Soplando con más intensidad se pueden obtener tres tonos más. Dado que con una flauta de tan solo tres agujeros es posible obtener un rango de notas comparable a muchos tipos de flautas modernas, los arqueólogos creen que la nueva debería tener las mismas posibilidades musicales e incluso superiores.

Las otras tres flautas encontradas, hechas de marfil, requirieron del artesano el dominio de una tecnología más complicada que con la de madera. Frente a la relativa sencillez de tallar un hueso de ave, con el marfil era necesario dividir un diente de mamut para poder vaciar el interior y volverlo a unir con una técnica que impidiese que se escapase el aire por los intersticios.

El nuevo hallazgo de Hohle Fels apuntala la teoría de que la música desempeñaba una función importante entre los humanos que ocuparon los valles del suroeste alemán hace casi 40.000 años. En 1995, el descubrimiento de dos flautas de hueso de época Auriñaciense en Suabia se vio como un hecho insólito y aislado. Catorce años después, hay tres yacimientos en esta región alemana donde se han encontrado flautas. En total, ya hay ocho, cuatro hechas con huesos de aves y cuatro con marfil de mamut. "Ahora podemos concluir dicen los autores que la música tuvo un rol importante en la vida del Auriñaciense en los valles de Ach y Lone, en el suroeste de Alemania". "Estas evidencias sugieren que los habitantes de estos lugares tocaban los instrumentos musicales en diversos contextos sociales y culturales y que las flautas se desechaban con muchos otros tipos de escombros domésticos", añaden.



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