Con nocturnidad y alevosía…
8 de julio de 2009.- En España amanece; aquí, en la costa oeste de EE.UU., empieza a anochecer; en Nueva York están en plena madrugada… qué momento más extraño para anunciar una noticia que muchos dirán que se veía venir, pero ni tan rápido ni de forma tan descarada. Google prepara un sistema operativo compelto para PC.
Y no me estoy refiriendo a Android, el que crearon para teléfonos y que ahora algunos fabricantes quieren poner en los netbooks. Hasta ahora Google no había anunciado soporte de Android para este tipo de dispositivos y de hecho el funcionamiento dejaba mucho que desear. Esta semana he estado probando precisamente el prototipo de Asus con Android y es un despropósito. Android se creó para ser usado en una pequeña pantalla y con los dedos, no con un trackpad. Asus, Acer y otras compañías que han apostado por él están desarrollando sus propioas atajos y modificaciones para hacerlo más amigable, pero sin la bendición de Mountain View.
Ahora tendrán que replantearse el trabajo. El plan de Google era otro, uno con el mismo nombre del navegador web de la compañía, Chrome. Chrome OS será un sistema operativo ligero y pensado, esta vez sí, específicamente para netbooks que podrá ejecutarse tanto en procesadores X86 (Atom), como en ARM (Snapdragon, por ejemplo). Funcionará en sincronía con los servicios web de la compañía y los usuarios más atrevidos podrán instalarlo también en ordenadores portátiles y sobremesas tradicionales.
El núcleo del sistema es Linux y sobre él sólo se ejecuta el navegador web, la puerta al resto de las herramientas del gigante de la red. Viene a confirmar lo que se lleva diciendo desde el lanzamiento del propio Chrome. En la era de la web 2.0 el navegador es la única herramienta que se necesita. Todo lo que se desarrolle para este nuevo entorno estará basado en estándares web y podrá ejecutarse en otros navegadores que funcionen sobre otras plataformas.
El nuevo sistema operativo no verá la luz hasta la segunda mitad de 2010, pero es un desafío a Windows 7, la nueva versión del sistema operativo de Microsoft que llega este otoño. No pueden ser más distintos. Windows sigue teniendo la esencia de esos sistemas operativos que nacieron antes de que existiera la web. Chrome OS, según la visión de Google, nace sin ese pecado original. Es una reinterpretación de lo que debe ser un sistema operativo en una era en la que cuesta entender la utilidad de un PC sin conexión a la red.
Una red, por cierto, cada vez más enredada alrededor de Google.
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